domingo, 1 de mayo de 2011

Mensaje desde dentro

De repente un odio, de repente una repulsión. Por ti, por mí.

Amor nocturno de pensamientos ¿qué te has hecho?

Frases cortas por miedo al fracaso, pensamientos dispersos ajenos a alguna empatía, frustración disfrazada soezmente de estupidez.

¿Me lees? ¿Me has leído? Dejaste una pasión olvidada en el camino.

¿Qué te has hecho?, reitero...

Utopías dejaron de rondar esas letras que con tanta fluidez se reunían en aquelarres discursivos.

Se te escapó el último aliento, sólo pateas abortos podridos.

Dejaste que los demonios te atraparan con cadenas de plomo y aguijones hediondos.

Te convirtieron en un extranjero gris y sin dominios.

Si soy tan duro es porque en ti veo mi reflejo que todas las mañanas deseo ve desvanecido.

Deja de lamer el piso y ponte de pie.

Vuela de nuevo, recupera el deseo.

O déjate morir.

Libérame.