domingo, 19 de junio de 2011

19-J y la pancarta nini

Quedé impactado, confieso


Esta pancarta podría estar, en estos momentos, entre una multitud conformada por millares de manifestantes que salieron esta mañana ibérica a las calles de Madrid para protestar contra el Pacto del Euro, un documento que bien puede ser la consecuencia de una irresponsabilidad fiscal de los países del Viejo Continente, pues el gasto social elevado provocó una situación de insostenibilidad frente a la crisis mundial del Capital... o uno de los últimos esfuerzos por salvar -de buenas o malas- un sistema desgastado que sólo tiene ojos para unas cuantas cúpulas.

No es mi intención iniciar un debate ideológico sobre los sistemas económicos; mucho menos juzgar los mecanismos fiscales ni medidas de austeridad que naciones, emblemáticas por un supuesto poderío y bienestar que presumieron por tanto tiempo, han tenido que anunciar a costa de su fuerza productiva.

No. Lo único que quiero es reflexionar sobre esta imagen. ¿Cuándo un nini saldría a las calles de México con una pancarta igual?

Dicen que no encuentran trabajo, la verdad es que prefieren el ocio, unos por iniciativa, otros porque no es atractivo el mercado laboral de este País... y el emprendurismo que pudiera germinar en las mentes de las nuevas generaciones es aniquilado por la apatía y la televisión.

¿Cuándo millones de trabajadores saldrían reiteradamente a los espacios públicos para intentar frenar reformas a un sistema laboral que lacerará sus derechos fundamentales? Y no sólo eso: que tengan el respaldo de la ciudadanía, de la opinión pública.

Encuentro contradicciones en la ideología de muchos mexicanos: por un lado, les llaman nacos,  corrientes, improductivos, ociosos y demás peyorativos por el simple hecho de ejercer su libertad de expresión y de demanda a un Gobierno que debe estar a su servicio y no en su contra; pero por el otro lado, si se encuentran desempleados o inconformes con su situación laboral, no hacen más que quejarse en las comidas, frente al televisor, con sus seres cercanos.

Individualistas, narcisistas, incapaces de sentir empatía y mucho menos apoyar un movimiento.

Por algo se llama movimiento. Porque no para de moverse. Porque sus integrantes no piensan parar. Porque de esas interminables asambleas que se han ido produciendo en plazas y barrios de las ciudades han ido saliendo ideas que poco a poco van fructificando. Ideas que se convierten en acción. "Acción no violenta" (Tomado de El País) 
Cita un tanto utópica, pues todo acaba, todo termina por cansarse y una maquinaria respaldada por una moneda comunitaria será más difícil de quebrantar que a las mujeres, hombres, padres, madres, estudiantes, profesionistas que hoy se manifiestan, y continuarán haciéndolo.

Sólo la avaricia del sistema que respalda esa divisa podrá terminar con sí mismo.

Tristemente parece que en México la mayoría de los movimientos se cansan antes de empezar; y los que logran nacer, perecen al poco tiempo, gracias, en gran medida, a la desaprobación de una sociedad apática que parece estar en la espera de un Superman con una Constitución paternalista, mas no equitativa.

Equidad es una falacia que va quedando sin sentido cada vez que alguien pronuncia esta palabra.

Mi apoyo para todos los disidentes de un capitalismo rapaz y caníbal.

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