jueves, 26 de agosto de 2010

Después del Bicentenario, la Fiesta Verde




Al presentar la creación del Índice de Sustentabilidad en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la directora de Productos de Información del mercado bursátil, Catalina Clavé ratificó lo ya augurado: en la última parte del año México será el anfitrión de una gran “fiesta verde”.

Y es que, en este espíritu de combate al cambio climático mediante prácticas empresariales sustentables, la Directora adelantó que será entre octubre y noviembre de este año cuando se divulgará qué firmas son las que cumplen con los requisitos para integrar este nuevo Índice y así, según explicó, estar en sintonía con la “Conferencia de las Partes”.

Lo anterior, en referencia a la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) y la VI Conferencia de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP-6) que tendrán lugar en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre del 2010.

El Índice lo integrarán las emisoras que cumplan con los tres principales ejes que componen las prácticas sustentables en una corporación: el buen Gobierno Corporativo, el cuidado del medio ambiente en sus procesos y  la responsabilidad social.

Esto, a primera vista, podría leerse como “los primeros pasos” en los esfuerzos de las autoridades bursátiles para “promover y desarrollar una mayor responsabilidad social”, según comentó Jorge Alegría, director de Mercados e Información de la BMV.

Sin embargo, no es buena voluntad por parte de las emisoras. Visto desde una perspectiva de negocios, las “Inversiones Socialmente Responsables” significan una importante área de oportunidad para atraer inversiones, siendo que en Estados Unidos, éstas representan el 11% de los activos, en Canadá el 19% y a nivel mundial aproximadamente 10% promedio (más de 2.7 billones de dólares).

Sustentabilidad no es altruismo, alguna vez explicó en entrevista Jesús Gónzález, Socio de la Práctica de Asesoría de la consultoría KPMG México. Y este pensamiento podría utilizarse en este caso.

Incluso el mismo Alegría reconoció durante la conferencia de prensa que “existe un interés muy importante” por parte de los empresarios para integrar este tipo de prácticas que mejoran “su imagen ante la sociedad”.

¿El bombardeo “verde” es entonces una estrategia para seguir la corriente que deja en segundo lugar el compromiso de la cúpula empresarial mexicana por responsabilizarse de su entorno?

Tal parece que sí...

Catalina Clavé reconoció que  el tema de la sustentabilidad “es retador para la BMV y las emisoras”, y previó que en un inicio serán muy pocas las empresas que cumplan con los requerimientos para integrarse a este nuevo Índice.

Asimismo explicó que México no es pionero en esta materia, dado que en el mercado estadounidense Dow Jones (DJSI) y en el londinense Footsie (FTSE4Good Series) ya existían indicadores de responsabilidad social desde el 2003, mientras que en el carioca Bovespa (BM&F), desde el 2005.

La directora de Productos de Información comentó que la creación del nuevo Índice en el 2010 (7 años de diferencia respecto al DJ y FTSE) responde a la necesidad de seguir la tendencia global y atraer capitales por parte de inversionistas que están interesados exclusivamente en impulsar las firmas sustentables.

En otras palabras, el espíritu responsable viene desde fuera, y en México sólo se replica la tendencia.


Pese a esto, el experto de KPMG también reconoció que México tiene un área de oportunidad que calificó como “brutal”.

“Hicimos un análisis hace un año (2009) de las 150 empresas en la BMV más activas de las cuales, el 70% hablaban de sustentabilidad, de responsabilidad social o  de que eran verdes”, pero muy pocas, continúa, tenían programas profundos de cuidado ambiental y responsabilidad social.

Agregó un dato más: hoy oficialmente son 22 empresas mexicanas, de un universo de 3 millones, las que incluyen en sus reportes financieros anuales un informe de sustentabilidad conforme a los lineamientos del Global Reporting Initiative. Entre ellas, FEMSA y Mexichem.

Así pues, entre tanta parafernalia que involucra la creación del Índice de Sustentabilidad de la BMV en el momento y lugar adecuados (el marco de la Conferencia de las Partes), esperemos que la reunión de Cancún no se convierta en un desencanto y fracaso como lo fue el Acuerdo de Copenhague.


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